martes, 31 de julio de 2007

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¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?


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Olga M



En su recuerdo eran los cangrejos los que pinchaban a la orilla del mar caribeño, la gimnasia acrobática del club Hogar Hispano de Caracas y la vecina dueña de una perra llamada Cacrina, “Ca de callejera, cri de criolla, na de nacional", la misma perra que le dejó una cicatriz en el brazo derecho cuando intentaba salvar a su perra Federica de las mordidas feroces de Cacrina. Entre iguanas, tortugas y caninos, que se alojaban en el jardín de la casa familiar, la niña aprendió a ladrar, e incluso, se dice, pasaba varias noches aullando con otros perros del barrio. Olga M fue educada a la manera en que se hace un collage: entre los 5 y 7 años de edad asistió a los más diversos colegios caraqueños rodeada de matas y clases religiosas: un año a colegio de monjas y luego un año a colegio judío. Confundida, Olga M estaba convencida que Dios era a imagen y semejanza de Peter Pan versión dibujitos animados. Desconocía el invierno. Sus padres, que venían del país de las vacas, decidieron traerla a Buenos Aires, en aras de conocer a su familia. Olga M conoció a su abuela Perla, que la llenó de collares de piedra y maquillaje Pupa. Una casa habitada de estatuillas de porcelana y manteles a flores.
“Cuadro de fútbol”, “Palito Ortega” y “Jujuy” fueron vocablos que aprendió con el tiempo. La perra Federica, que llegó por avión embalada en una caja, se parecía a una vaca. A un Holando Argentino. Una vaca venezolana que hacía guau y grrrrrrr. Tanto a Federica como a Olga, el invierno les disgustaba y añoraban juntas, a los aullidos, el calor de las islas, el sonido de las chicharras, el queso a mano y las calles de arena apalmeradas.
Afortunada de tener a Federica de superamiga, Olga M se adentró en las aventuras que le depararon el “Úrsula”, una escuela pública de Palermo donde fue decorada en el pelo con chicles masticados a los que respondía con llanto o puñetazos. Acostumbrada a los viajes, Olga viajó toda la ciudad y más, durante su adolescencia: Once, La Boca, Floresta, Ciudad Evita, Chacarita, Constitución, San Justo, Villa Luro. Coleccionó y dibujó mapas de Buenos Aires durante sus meses a pie de cadeta. Sin embargo, Olga nunca dejó de perderse por la ciudad. Federica tampoco.
Su juventud voló en aviones que la llevaron en mochila por Europa junto a un noviecito checo calco de Luke Skywaker. Al volver, Olga M se enamoró de un niño ostra que le rompió el corazón. Tras una ruptura tormentosa, perdió varios kilos y lágrimas y se dedicó de lleno al trabajo.
Olga M sigue confundida mirando mapas, jugando al chaski boom con su corazón de hojalata y añorando los aviones.
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lunes, 30 de julio de 2007

sábado, 28 de julio de 2007

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degradar: hacer disminuir progresivamente las características o cualidades de algo.


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un día rancio y molesto. pesado y pegajoso. gritón, cansino o apático. un día que no para, ni deja asomarme al balcón. y qué de la calle, de la gente, de los novios a las manos. un teléfono interrumpe. un horario al que no llego. una cita al médico que se suspende. una sesión raquítica, reuniones amorfas, un reloj arrugado. una cama aburrida, una espalda sin dorso, un desorden de meses. la computadora rota, los anteojos olvidados en el asiento de atrás, la moneda falsa que no agarra el colectivo. un saludo mezquino, un abrazo no viene, el coto no toca el timbre. un vecino ruidoso, un portero metiche, un bocinazo clavado. bah, un día de mierda.
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viernes, 27 de julio de 2007

miércoles, 25 de julio de 2007

La cámara lúdica

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(Para la cámara lúcida, mejor esto)



Tres pasos, tres operaciones. Sampleo, le dicen en música. Cita, intertexto, collage. Viaje en el tiempo. Red, condensación. La foto que aquí cuelgo es una foto a la foto de una foto (o fotograma).

Uno.
Murnau filmó La última carcajada (Der letzte Mann, El último hombre) en 1924. Puro expresionismo alemán y belleza de guión (esta película tenía un final drástico originariamente y por presión de la producción, Murnau tuvo que darlo vuelta). Circular, pega la vuelta, como más me gusta a mí, como After Hours de Scorsese donde el sujeto vuelve al punto de partida modificado por la experiencia. Casualidad o no es que tanto en La última carcajada como en After Hours, el punto de partida y el punto de llegada son el mismo en ambas películas: el lugar de trabajo. En la película de Murnau el conserje del hotel pierde su trabajo y luego de una serie de acontecimientos recibe una herencia que le permite comprar el hotel que lo dejó sin trabajo. En After Hours la primer escena transcurre en la oficina y luego de 24 horas de azar y acción Paul Hackett vuelve a teclear en la máquina de escribir de la oficina.

Dos.
En una retrospectiva de cine expresionista, la sala de cine del San Martín (la Lugones) proyectó en el año 2004 La última carcajada. Allí fui, con la cámara de fotos, a oscuras, en silencio, sin flash, y tomé una foto a la pantalla.

Tres.
Finalmente la foto fue copiada manualmente en papel. Esa foto, montada en madera, se encuentra en este momento exhibida en una galería. En la inauguración, nuevamente, fotografiamos con un amigo la foto colgada en la pared. Y ahora vino a parar aquí, al blog, a la pantalla de la computadora.

Relaciones, asociaciones, datos secundarios, contexto.
La cámara que utilicé para tomar esta fotografía en la sala de la Lugones fue una Zeiss Ikon. Recurrí a mi padre que me explicó el origen de la cámara. “Es una Zeiss Ikon que compró José (mi abuelo) en el año 1968 en Alemania Occidental” Luego, y en un acto novedoso, mi padre se entusiasmó y a raíz de la pregunta por la cámara, escribió (porque la que escribe en la familia es mamá):

El tío Elías era menor que José, creo que en 5 anios. José era de 1907 y Elías del 12. Eran los únicos 2 hermanos que habían sobrevivido de un total de 6. El resto según contaba su mamá murieron de difteria en la primera guerra mundial.

Todos ellos pasaron hambre en esos anios.

Primero llega José en el 28 a los apenas 21 anios, logra juntar plata y lo trae a Elías.

Cuenta José que cuando llega Elías al puerto de Bs.As. lo detiene la policía por estar sospechado de pertenecer al grupo de mafiosos judíos (La famosa Tzwi-Migdal) tratantes de blancas. La confusión se aclaró rápidamente: Elías entabló en el barco amistad con un grupo de judíos que bajó en Montevideo y que estaban sospechados de pertenecer a esa organización de rufianes.

Elías fue un aficionado a la fotografía desde la década del 40 época en que la sociedad comercial que tenían ambos hermanos, le permitió cierta holgura económica para practicar su hobby.

Yo recuerdo los cajoncitos Leika que tenía y sobre todo la fascinante colección de revistas importadas "Photography" en donde se exhibían mujeres modelos sin las axilas afeitadas y bastante más rellenitas que las modelos de nuestra época. Contaba con un laboratorio de revelado blanco y negro que para mi era todo un misterio. Se trabajaba en la oscuridad o con iluminación de lámparas rojas.

Yo no se a donde fueron a parar la inmensa cantidad de fotos artísticas que tomaba y sobre todo esa colección de revistas.

Alberto puede saber de eso.

Por otro lado Elías fue de los primeros concurrentes a las sesiones de psicodrama (que era una especie de terapia de grupo actuada) que había en Buenos Aires.

Todo esto era bastante atípico para un emigrante judío que llegaba de la Europa del este de un pueblo de la Rusia Imperial y luego de la Polonia antisemita de los anios 20 y 30

Besos
Pa


Mi abuelo José nos dio un apellido judío-alemán a la familia, que termina en “man”. Obvio que mi primer asociación fue abuelo ruso de apellido alemán que trae una cámara de Alemania, nieta que tiene fascinación por lo ruso y lo alemán va al cine a ver una película alemana y toma esta fotografía. Bien, la cadena sigue con otras variaciones. Der letzte Mann aparece justo en el momento de mi vida en que estaba en absoluta crisis con el trabajo. No sólo con mi trabajo, sino con el trabajo en general. Terribles angustias a esa edad (24). Angustiada y todo, acompañada por el novio de ese momento que fue el primer amor, el primer hombre, quizás el único, no cedían mis ganas de seguir con cámara en mano. Aquella tarde fui con él al cine y tomé la foto. Él estaba al lado mío, en la sala, quizás triste, porque ya sabía que esas eran nuestras últimas risas juntos. Poco tiempo después, nos separamos.
Una vez separados, fui a revelar las fotos y a copiarlas a lo de un colega experto y sensible a los matices del copiado, el papel, el grano, la textura. Entre la serie de fotos estaba, obvio, él. Él sonriendo, él en mi sillón, él mirándome, él mirando a la cámara. Pasaron los años y vino la exposición. La inauguración de la muestra. Y como novio que samplea en mi vida, él vino al evento esa tarde, e hicimos el comentario pertinente: en esa foto estábamos juntos. No me extraña que toda esa serie se trate de espacios vacíos, de camas revueltas, de sillas sin gente, de ositos peluche cabizbajos.
Circular, como me gusta a mí. Una línea de tiempo que se arquea como círculo y funde sus nodos en un solo punto, como los layers del photoshop que transparentan. La foto es la imagen de una mujer a espaldas, sola, en la oscuridad del claroscuro expresionista, buscando algo. Condensar. La titulé “La última mujer”
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martes, 24 de julio de 2007

las palabras de los otros.

"...Me gusta pensar que mi apartamento del oeste de Londres es la casa de un playboy. Lo cual no produce efecto alguno en mi apartamento, que sigue siendo una madriguera, un colgadizo, un calcetín. Huele a soltero, a solterón: hasta yo lo noto (no permitan ustedes que la solteronía se les meta en la vida, en los huesos). Como un adolescente, tembloroso, agitado, mi pobre apartamento suspira por una presencia femenina. Y yo igual. Tiene el ánimo destrozado, y yo igual. (El salto de cama, las cremas humedecedoras, el baúl del tesoro que era su cajón de las bragas: todo se echa en falta, todo ha desaparecido.) Mi apartamento tiene moqueta rizada de color vainilla, un sofá de piel de rinoceronte, y una cama ovalada con una colcha de satén negro. Nada de esto es mío. Ni las paredes son mías. Todo es alquilado. Alquilo el agua, el calor, la luz. Alquilo el té a bolsas. Llevo viviendo aquí desde hace diez años, y nada es mío. Mi apartamento es pequeño y también me cuesta un montón de dinero."

Dinero. Martin Amis. 1984.

"I've been your mother, I've been your father
Who can ask me for more
I've been your sister, I've been your mistress
Maybe I was your whore
Who can ask me for more"

"Love me love me
Say that you love me
Fool me fool me
Go on and fool me
Love me love me
Pretend that you love me
Leave me leave me
Just say that you need me"

First band on the moon.
The Cardigans. 1996.
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lunes, 23 de julio de 2007

pregunta existencial

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como criatura de estanque
de animal voraz
de hambre y angustia
cargadas mis manos
como la estrella ambiciosa
que aparece y multiplica
hasta comerse el cielo
veloz, como fiera suelta
oliendo rastros pantalón azul
cinturón de cuero
aullando
alarida
gritando tu nombre
y los árboles testigo
de la huída del mundo
buscaré hasta alcanzarte
los brazos sujetos de ti
en el piso a rugidos
perdida volteada
armada de ganas
oliendo tu nombre
anidada
llena de ti
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viernes, 20 de julio de 2007

Galería Crimson

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La semana pasada inauguró la muestra colectiva "Proyecto Panda", en Galería Crimson, donde expongo algunas de mis fotos. La galería queda en Acuña de Figueroa 1800, esquina Julián Alvarez, y funciona de martes a sábados de 14 a 20 hs. Se puede ir hasta el 25 de agosto.

Aquí foto a las fotos que expongo.







Y aquí foto a la gente.

El que organizó y curó todo: Diego V.


La gente.


La Otra, Roker y yo.


El amigo Rodrigo y yo.


(fue un día color rosa)
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una moneda de diez centavos
clavada en mi hebilla de pelo,
mi hebilla clavada de pelo,
mi pelo clavado en mis ojos,
mis ojos clavados cerrados



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él soñó que tenía cuatro ruedas rojas de pvc
que de alambre se ataba al baúl
abría la quinta puerta de un cuatro puertas
de frazadas estaba cosido y se guardaba en los asientos de atrás
soñó el semáforo en violeta
que de lilas hacía la ruta al costado
me vi hecha de plástico rojo
con baúl de alambre atada
las frazadas en los brazos
vi el semáforo en mi torso encendido
que de lilas hacía al costado la ruta
acostados en la banquina
yacíamos en el asiento de atrás


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jueves, 19 de julio de 2007

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con ganas de escribir. tremendas ganas de escribir. ¡pero lo primero es lo primero flor! primero tenés que terminar el trabajo, diseñar las tapitas, después te bañás y te vas al gimnasio, porque en eso quedamos flor, gimnasio tres veces por semana o se te cae el culo, después volvés y desayunás o almorzás, depende como te sientas al respecto, después no dejes de contestar los mails y llamar a tu cliente. y de paso porque no te vas al centro y ponés el gas, el gas que tanto te atormenta y que te impide hacerte una comida en el horno. así que lo primero es lo primero, aunque lo único que harías en todo el día es escribir, y cada tanto parar a tomar agua, pero primero tenés que ver como hacés para remontar el laburo, además tenés que preocuparte por enamorarte ya boluda, no ves que sino se te pasa el tiempo y te ponés más viejita y cínica, a ver si le das un poco de gas al asunto, y no seas pelotuda llamá a tu familia de vez en cuando porque no podés estar ahí todo el día encerrada escribiendo, acordate, tenés que salir y comerte la vida, el mundo, no sé, una hamburguesa, algo comete y haceme el favor, llamala a Gladys que ésta casa se viene abajo. después sí, nena, después sentá el culo ese trabajado del gimnasio y aprestate a escribir todo lo que quieras, eh.
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Rocker

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A la vanguardia retro
Bowie, Jagger, let's spend the night together!
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a las facturas
a las boletas de luz
el celular
el seguro que vence
el portero las expensas
el señor del alquiler
la cuenta del teléfono
la obra social
a los sobres del citi
al hsbc
al monotributo
al contador
a mi ex
a la cuota 5 de 6
a fibertel atrasado
el agua
el abl
díganle a todos
(a todos)
que no estoy
que me fui
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(un poema clase media)
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miércoles, 18 de julio de 2007

Celos

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B. había vuelto de filmar un comercial de Colombia, uno de esos clásicos comerciales de cerveza latinoamericana, con un casting de modelos brasileras, colombianas y panameñas. Para nuestro reencuentro fuimos caminando en busca de algún lugar para comer y celebrar su vuelta. Nos detuvimos en una esquina con baja iluminación cerca del Jardín Botánico.
B. entusiasmado y sonriente, comenzó a relatarme su viaje, la filmación, la selva, el paisaje, y por último mencionó la posibilidad de volver a viajar para filmar un reel para esta agrupación de modelos que se hacían llamar “Las cinco fantásticas”.
A medida que B. iba contándome como había surgido esta posibilidad, y la importancia de que los hayan tenido en cuenta a él y al equipo de filmación para hacer este especie de “book internacional” de las cinco modelos top, a mi se me iba yendo el aire de a poco, y lentamente fue que pude escuchar y seguir su relato.
Me imaginé todas las horas que tuvo que filmar y hacer las pruebas de luz sobre el culo de alguna modelo colombiana, que seguramente era morena y con rizos dorados, de labios anchos y sonrisa alegre.
Seguro que ya se hartó de mi palidez, me convencía por lo bajo. Probablemente hubo veinte pruebas de vestuario, donde ella vistió ropa de diseñador internacional tipo Prada, Oscar de la Renta, y él observó atentamente sugiriéndole que mejor se pruebe el vestido transparente de cocktail sosteniendo la cerveza colombiana con la mano derecha.
Esta modelo seguramente era una mujer fina y elegante que hablaba idiomas exóticos. Pensé que él ya se había aburrido de decirme que me anote de una puta buena vez en el curso de alemán básico, y se había decidido por una tipa que ya supiese hablar todas las lenguas que quería. Una mina francamente inteligente y hermosa.
Me acordé del jeep con el que tuvieron que filmar y de las 25 posiciones nuevas que debieron haber probado sobre el vehículo, colgando, abajo y en los asientos del mismo, porque para colmo, esta mina seguro que había tomado cursos de sexo tántrico en la India.
Harto él de mi drama, de que me llamen drama queen, de mis melancolías o ataques, se había encargado de encontrar una mujer tranquila, resuelta, con las cosas claras. Una mina que no se hacía problema por nada, por ninguna pequeñez, porque debía estar ocupada viajando por el mundo, dando entrevistas, participando de toda causa justa como la lucha por el anfibio más pequeño del norte de África.
Además probablemente había vuelto a Buenos Aires a buscar sus valijas, a llevarse sus cosas, porque era claro que se iba a ir a vivir a Colombia con la colombiana. ¿Cómo podía ser tan cruel y dejarme de ésta forma? ¿Cómo?
En algún momento recuperé el sentido del oído y escuché algo como mi nombre.

-Florencia, Florencia, ¿y vos cómo estás? ¿qué hiciste todos estos días?
-¿Yo? ¿Yo? ¿Cómo voy a estar yo? Lo único que hice yo fue ir a la verdulería a comprar tomates.

Y quebré en llanto.
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Una mosquita muerta no soy

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lunes, 16 de julio de 2007

domingo, 15 de julio de 2007

La gimnasta que no fui

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Nadia Comaneci era nuestra heroína. Así nos enseñaban a las niñas que entrenábamos en el Club Hogar Hispano de Caracas. Se ve que mamá y papá querían una hija atleta porque si hay algo que está asociado a mi infancia y mi venezolanidad es el deporte, el entrenamiento y el baile. Clases de ballet clásico. Aún recuerdo la vez que mamá me llevó a comprar los zapatitos esos de danza clásica que tienen la punta metálica para pararse en puntas de pie. La barra larga frente al espejo y el un, dos tres, un dos tres. Después estaban las clases de gimnasia rítmica, las de gimnasia deportiva y las de gimnasia artística. El entrenamiento de patinaje sobre ruedas y las coreografías de danza moderna de fin de año. Y tampoco faltaron las competencias de natación. Incluso en alguno de los colegios a los que asistí tuvimos clases de mambo para la muestra de finalización de clases. Para cada deporte y baile hay una anécdota. Está la de Esmeralda, mi compañerita colombiana de gimnasia deportiva, que una vez en una clase quiso mostrarme lo flexible que podía llegar a ser mi espalda y me dobló tanto que pegué unos de esos gritos que me caracterizan y que alguna vez incluso salvaron mi vida (la de la vez que me persiguió un ciclista violador a la una de la mañana y lo espanté con un agudísimo Aaaaaaaaaaaaaaaaaaa). Las que más me gustaban eran la gimnasia artística y la rítmica que consistían en coreografías de la mano del aro tipo hula-hula o del lazo.


(gimnasia con aro)


(gimnasia con lazo)

La deportiva también me gustaba pero no me animaba a hacer el flic flac, que es una voltereta por el aire sin apoyo de manos ni pies. Sí podía caminar haciendo la vertical, hacía la medialuna (que en Venezuela se dice "la estrella") amaba hacer el rondó y haciendo el puente era un as. Para las competencias de nado andaba bien. Sólo que la vez que gané, el jurado se distrajo y me anotó como tercer lugar. Obvio que mamá después fue a pelear con el jurado, y a pesar que corrigieron el error en las actas ya era demasiado tarde: en todas las fotos del evento estoy en el escalón más bajo mirando a la ilegítima ganadora. Las exhibiciones más bizarras eran las de danza moderna, donde bailábamos "Flans", un ridículo trío femenino mexicano. Nos disfrazábamos con jopos y vestidos. La disputa era ver quien iba al medio, todas queríamos ser la del medio, porque la del medio era la que llevaba los pasos y marcaba los tiempos.


(Flans)

Las clases de patinaje artístico sobre ruedas eran geniales. Recuerdo a Tati, la profesora que nos aconsejaba a todas las niñas no tomar agua durante el entrenamiento ya que eso favorecía la celulitis. Tati era muy gráfica porque nos mostraba su culo para que viéramos su celulitis.
A los diez años de edad, mamá y papá volvieron a Buenos Aires. Apenas llegados mamá me anotó en un club para que siga entrenando gimnasia. Entrené e incluso me compré una de esas mallas de lycra de competición tan lindas con bandas al costado. Finalmente llegó el día de la competencia. Yo era una de las que representaba a mi club y me tocó competir en el club de Ferro. Vino toda la familia. El encuentro era uno de esos tipo "Flashdance" en las que el jurado sacaba esos paneles grandes con números enormes para marcar el puntaje de cada participante. Empecé mal, la música comenzó después que yo, o yo comencé antes que sonara la música, así que detuvieron todo y tuve que empezar nuevamente. Al concluir, el jurado levantó sus paneles con los números más bajos que se podían tener y todos los sueños gimnastas se desvanecieron al volver al banco de espera.
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florcita floreada las flores la brisa la prisa la sala las alas volada florcita bordada las hadas las flores la prisa la risa la rima los cuentos los cielos los versos los besos los techos reversos anversos recuerdos mordidos hundidos tan idos teñidos tan tristes celestes lloviste florcita morada dorada abrazada
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jueves, 12 de julio de 2007

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Lo que me inquieta no es meter mi vida en el blog, sino cuando el blog se mete en mi vida.

Por ejemplo:

.Caminamos con un amigo, paramos en un local porque veo unos guantes muyyy lindos. Hay muchos modelitos, y entonces mi amigo me dice "Comprate estos, estos, sí. Estos son muy SyP"

.Amiga que se fue a San Pablo me escribe un mail y lo comienza de la siguiente manera: "Hola Simpática, ¿cómo va?"

.Firmar los mensajes de texto del celular como "SyP"

Pero lo que más me inquieta es cuando el blog y mamá se meten conmigo. Luego de varios intentos, finalmente le expliqué que es un blog, como funciona, qué es un comment, etc. Le comenté que yo tengo uno y que firmo con seudónimo.

-Simpática y puntual soy mamá.
-Ah.
-La abreviatura es SyP, ¿entendés mamá?
-Ah, SyP, Servicio de Información a las Putas.
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Fotocollage

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lunes, 9 de julio de 2007

volver

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Parece que el cuerpo tiene memoria porque la semana pasada, después de varios meses, retomé mis clases de tango y bailé bien. Muy lindo todo pero el sábado cuando fui a mi segunda clase de tango, noté que el cuerpo no sólo tiene memoria sino que también tiene lapsus porque me enredé con mis propios pies y ese paso tan lindo que incluye no sé cuantos ochos y pivots no me dejó bien parada, y lo digo literalmente. Así que como cada vez tengo más afinidad con la disciplina, el rigor y mis profesores de tango, y la clase que viene no puedo ir, me pedí una clase individual a ver si me afinan y ponen a punto y puedo volver a las milongas.

Aquí mis profes bailando creo que en la milonga de "cachirulo".


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me voy a ver la nieveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

para rodrigo el amigo chileno que dice que los inviernos porteños no son inviernos.
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Feriados de superacción

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llenar la tina de baño al tope con agua caliente y burbujas.
poner de fondo "so nice"
ver antiguas temporadas de moonlighting.
comerme los ajíes y el queso.
volver a la cama tapada hasta el cuello.
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Impresionable

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Es raro porque si veo CSI no se me mueve un pelo, en cambio con otras cosas se me complica.

En el teatro de Bartís hace varios años atrás, creo que año 2000, fui a ver una selección de textos interpretados por varios actores. Entre los textos, "El niño proletario". Yo nunca había leído ese texto. Me senté en primera fila y cuando apareció Luis Machín en escena actuándolo, monocorde, casi inmóvil, al cabo de un rato sentí un fuerte mareo. Luego me bajó la presión, después sentí náuseas, y ya a punto de desmayarme y vomitar, salí corriendo al baño. Me encerré en el baño, me mojé la cara, trataba de respirar y no caerme. No volví a la sala, no quería interrumpir. Noté tibiamente que alguien ingresó al baño. En un momento giré mi cabeza un poco más aliviada, y ahí lo ví: el actor a menos de un metro mío, reposado en la pared, esperando volver a escena, tomando aire. Quedamos en el baño del teatro él y yo, casi sin mirarnos, en silencio, mientras afuera el eco del texto y el silencio de la sala retumbaban en el pequeño escenario.

Gustavo, mi gran amigo Gustavo, me invitó cuando estrenaron Kill Bill al cine. Cuando vino la escena en que Uma está en coma y la tratan de violar, cuando se defiende mordiéndole la lengua al violador, me empecé a marear, me bajó la presión y salí corriendo del cine, caminé las 9 cuadras que me alejaban de mi casa y me metí lo más rápido que pude.

Otra vez, unos años más tarde, nuevamente el paciente Gustavo me invitó a ver "El perfume: historia de un asesino". Bien, apenas comenzó la película una serie de imágenes mostraron las condiciones en que nació el muchacho, y por supuesto comencé a marearme y salí corriendo del cine.
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sábado, 7 de julio de 2007

Un perro

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(lápiz, acuarela)

para mi perra Federica, que está en el cielo de los perritos.
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viernes, 6 de julio de 2007

I got you babe

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(Sonny and Cher)
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(Bowie y Marianne Faithfull)
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Retro girly

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(Get into the Groove. Madonna en "Desesperadamente buscando a Susan" con Rosanna Arquette)
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(Shoop shoop song. Cher para "Mi madre es una sirena" con Winona Ryder y Christina Ricci)
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(Tina Turner y Cher. Shame, shame, shame)
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(Who's that girl. Madonna)
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miércoles, 4 de julio de 2007

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en esta casa había risas
había un novio
un lavarropas que no estrenamos
la cena servida
había baile
en el quinto piso
había florencia
de contrafrente
sus tres sacos colgados
había muecas
ésta ya no es mi casa
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tristeza nao tem fim.

el cartucho amarillo de la impresora se terminó.
las copias de las fotos no quedaron como quería.
mamá me llama para decirme que me hace pollo, y le aclaro una vez más que desde hace dos años no como pollo.
de la lavandaría volvió un pantalón y una camisa menos.
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¿Quién mató a Laura Palmer?

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(Apertura de Twin Peaks)
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(Audrey Horne baila)
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Luz

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martes, 3 de julio de 2007

Llueven comas

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Yo entro por la poesía y luego paso a la narrativa. Releyendo algunos poemas de "La Universidad Desconocida" entiendo porqué.


LOLA PANIAGUA

Contra ti he intentado irme alejarme
la clausura requería velocidad
pero finalmente eras tú la que abría la puerta.


Estabas en cualquier cosa que pudiera
caminar llorar caerse al pozo
y desde la claridad me preguntabas por mi salud.


Estoy mal Lola casi no sueño.




R. Bolaño


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lunes, 2 de julio de 2007

Recomendados del mes

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La guerra contra el cliché.
Martin Amis.


"¿Quién es esta madre adusta, a la que la gente es incapaz de querer, y cómo son los hijos a los que cría? Todos ellos se sienten culpables; es una madre que haría sentir culpable a cualquiera. Pero se sienten culpables de un modo erróneo. Añoran el antiguo sentimiento de culpa. Desean una sociedad que aspire a algo más que a un individualismo adquisitivo. A algo más que a la mera naturaleza humana. Y no quieren a alguien que sólo vigile el buen funcionamiento de esos conceptos con una sonrisa piadosa."
(Acerca de Margaret Thatcher, para Elle, 1989)

Six Martinis and a broken heart to go.


1. Eros - Rod McKuen
2. I Believe In Dreams - Doris Day
3. Alone Together - Vic Damone
4. Blue Velvet - Bobby Vinton
5. I Got It Bad (And That Ain't Good) - Eileen Farrell
6. Am I Blue - Vic Damone
7. The Man That Got Away (From 'A Star Is Born') - Judy Garland
8. Chances Are - Johnny Mathis
9. The Man I Love - Eileen Farrell
10. How It Lies, How It Lies, How It Lies - Johnny Janis
11. I Had Someone Else Before I Had You - Damita Jo
12. Cry - Johnny Ray

Siouxsie and the Banshees.
Nocturne. DVD.
Play at home (1984)


"Play at home" es un extra del DVD. Un especial para la TV de por lo menos más de 30 minutos en una especie de versión de Alicia en el país de las maravillas muy bizarro, ochentoso, clase B y punk actuado por todos los miembros de la banda (incluído Robert Smith cuando aún formaba parte de Siouxsie and the Banshees). Imperdible.
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