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Pablo, noticias. La perra se embarazó. Me lo confirmó el veterinario. Fue un accidente. Es que pensé que se le había ido el celo porque ya no sangraba más y la saqué a la plaza a pasear. Me distraje, me colgué. Ni siquiera vi el momento en que se la cogieron. Con los días empecé a notar que andaba cabizbaja, como deprimida. Primero creí que estaba triste porque te extrañaba. No es una idea tan loca, los animales extrañan a sus dueños cuando no están y a veces somatizan. De hecho la perra de mi madre tenía embarazos histéricos. Bueno, la cuestión es que está preñada. No está deprimida.
No sé como lo vas a tomar. Alguna vez tenía que pasar. ¿O acaso pensabas dejarla virgen hasta el día que se muera? ¿Existen los abortos para animales? En fin. Ahora no duerme más conmigo, se mete en el armario. Entre tus zapatos y los míos y se duerme ahí toda la noche. El veterinario me dijo que eso es un comportamiento típico de perra embarazada.
En una mes va a parir. No vas a estar para el parto. Un garrón porque a mi me da un poco de impresión toda la cuestión de la sangre y los líquidos. Solo y con la perra pariendo. ¿Y si le pasa algo? ¿Y si se le atora un cachorro en la mitad? Voy a tener que investigar el asunto.
Bueno, decime qué pensás.
Besos,
Juan
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10 comentarios:
Quiero más fragmentos!
Cariños, Carlos.
Te salió bien (a pesar del taller!).
es la primera vez que pongo en este blog la etiqueta "ficción". gracias x los comments.
En serio está bueno. Si lo terminaste, por favor mandámelo.
le falta un retoque del final. en breve te lo envío. tengo tres más que sí están terminados.
besos
puedo leer yo también?
lindo relato. volví y leí tus posts, y posteé una copia de uno tuyo pero está aclarado al final. saludos.
jaja
lo vi
lo leí
ahora te comento
ornelius
aún estoy con eso...
pronto leo en lectura
vení!
Que perra, la perra
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