jueves, 29 de enero de 2009

Siempre oscuro

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“Arráncate un pelo de la cabeza y luego cuenta cuáles han sido tus sentimientos al hacerlo”
Oscuridad y poca luz, Johannes Bobrowski.






















Cámaras réflex: Praktica y Zeiss Ikon.
Blanco y negro.
Buenos aires, 2004.

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miércoles, 28 de enero de 2009

El caso de la Marquesa O

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Sencillo: una Marquesa, la Marquesa de O, está embarazada y no sólo no sabe quién es el padre, sino que no sabe cómo pudo quedar embarazada si, desde que enviudó, nunca más volvió a tener sexo. La trama pertenece a Heinrich von Kleist (1777-1811), romántico alemán, y la adaptación cinematográfica a Eric Rohmer, padre de la Nouvelle Vague.
El embarazo misterioso genera una crisis familiar y una serie de hipótesis, algunas ridículas. Llama la atención, en la adaptación de Rohmer, el uso de algunas palabras por parte de la familia para explicar el misterio: "síntoma", "inconciente", "sociedad burguesa". Si bien Von Kleist escribió tales palabras en 1805, fecha del relato, Rohmer le da un sentido más irónico a través de las interpretaciones. Al comienzo, uno tiene dudas acerca del tono, pero al poco tiempo se vuelve evidente; humor y ridículo. Los actores parecen pésimos actores de teatro, declamativos y exagerados, en pose, acartonados, con textos hilarantes y reflexiones imposibles. La película aprovecha muy bien su contexto de exhibición para resignificar el relato original; guiños a la sociedad francesa de los 70's (la película es del 1976), concentrada en sus lecturas de Freud y Marx. Hay un escena donde el padre de la Marquesa besa en la boca a su hija, mientras la madre los abraza. La cámara se queda un rato como para que el horror al incesto haga efecto, mientras la familia festeja en tono "inocente".
Además, es la película menos Nouvelle Vague de Rohmer y la más Goya. Algunos planos son cuadros. Rohmer, de la mano de su director de fotografía Almendros, pintó con la luz sobre las telas arrugadas de los vestidos de la Marquesa.



Conocedor de la historia del arte, habla de la pintura que habla de la pintura que habla del cine.



La Marquesa de O pertenece al genial ciclo de películas de Rohmer, recién concluído, de la sala Leopoldo Lugones.

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viernes, 23 de enero de 2009

Cartas a Mazzeo

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"Fernando,

Por ahora empecé con la lectura de El grado cero de la
escritura
. La verdad que tenías razón: ahora sí me parece un texto
accesible, de hecho me encanta. Este Barthes sí que era un tipo inteligente.
Estoy subrayando el texto, así lo podemos comentar en el próximo encuentro.
De todas formas, copio acá algunas cosas que me van llamando la atención:

"Su elección (la del escritor) es una elección de conciencia, no de eficacia."

"La escritura es un acto de solidaridad histórica."

"La poesía moderna -la de Hugo, Rimbaud o Char- está saturada de estilo y es arte sólo por referencia a una intención de la Poesía."

(...)

¿Viste que una vez te dije que me parecía que la puntuación era parecida a las ecuaciones en matemáticas? Bueno, ahora pienso que el acto de escribir debe ser parecido a tocar el piano. Quizá la diferencia es que la lengua está adentro de uno, y el piano está afuera. Pero me parece que el pianista, cuando ejecuta, debe tener plena conciencia de la estructura y la composición."

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martes, 13 de enero de 2009

¡Mis ilustraciones en ADN!

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El sábado 10/01 salieron publicadas dos ilustraciones que hice para el ADN, suplemento de cultura del diario La Nación.

La primera es la ilustración de tapa, referida al tema central: el aburrimiento.


(Hacer clik sobre la imagen para agrandarla)

La nota principal la escribió Diana Cohen-Agrest, y se puede leer aquí: http://adncultura.lanacion.com.ar/1087379

La ilustración online, junto con la nota editorial, aquí: http://adncultura.lanacion.com.ar/1087376


La otra ilustración es sobre el precioso cuento de Anton Chéjov "La mujer del boticario", también referido al tema central.


(Hacer clik sobre la imagen para agrandarla)

El cuento puede ser leído aquí: http://adncultura.lanacion.com.ar/1087380

¡Dos auténticos Gutman!
Y como buena tataranieta del Renacimiento, ¡aquí la firma de autor!



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sábado, 3 de enero de 2009

Mi corazón Stone

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Las canciones que me gustaban 
a los 16 años:

Not fade away.
Acá es cuando decidí casarme con Mick.




Tell me (you're coming back)
A los 30, todavía puedo gritar así de agudo, como las chicas del video.




She's so cold.
Con este video aprendí el pasito stone. Quien me saque a bailar, podrá comprobar que lo que se aprende de joven, no se olvida.




Honky Tonk Women.
Esta canción la cantábamos a dúo, con mi amiguita, con quien nos escapábamos para ir a ver a Racing. Por supuesto, ella afinaba como los dioses, y yo como una cacatúa.




Ohhhhhh vamos los Stonesssssssss. Sympathy For The Devil.
Los Rolling en Buenos Aires, año 1995, estadio River. Ahí estuvimos mi hermano, Simpático y puntual, a sus 13, y yo, a mis 16, agitando los trapos.



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