jueves, 7 de abril de 2011

Un buen trabajo


—Está demasiado blanco.
—¿Te parece, querido?
—Sí, se excedieron con la pintura.
—A mí me parece un buen trabajo.
El hombre se refregó los ojos con la manga del saco. Luego, se acercó un poco más para mirar mejor. Rozó con sus dedos el borde de la madera.
—Nunca pensé que esto iba a ocurrir tan rápido, tan de golpe.
—Nadie espera estas cosas, querido.
—Definitivamente, está muy blanco —dijo, y con un dedo lo tocó—. Y duro, muy duro. Es impresionante.
—Sí, pero la expresión es la misma. Es hora de que te despidas de él, la ceremonia va a comenzar.

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