sábado, 21 de abril de 2007

A la vanguardia retro

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Hablemos de indumentaria, de maquillaje, de formas y colores, de raros peinados nuevos. Hablemos de rock. Trajecitos, formas triangulares, ángulos, diagonales, asimetría, puntiagudos. La nariz de Alex Kapranos es un perfecto triángulo de las bermudas donde todos reparamos. Un narigón: el cantante de Franz Ferdinand. De ahí los triángulos de las solapas de sus negros y oscuros trajes, el flequillo en diagonal, el arte de tapa de los discos, los varios videoclips, el maquillaje ojeroso, la palidez de los rostros. Como si la nariz de Alex viniera a condensar en un solo gesto el partido visual de la banda.
Primero hacer mención a la obviedad; las tapas de disco como ejemplo de la cita gráfica a la vanguardia rusa. Y pego una aquí para que sea aún más obvio.


(Tapa segundo disco de Franz Ferdinand. You could have it so much better)


(Afiche. Rodchenko. 1924)

O la tipografía rusa constructivista en This Fire.


(Tapa. Rodchenko. 1924)


(Franz Ferdinand. This Fire)

Luego vemos y leemos todas las referencias de Take Me Out, donde el mismo Kapranos (de apellido griego (¿de ahí la nariz?) y criado desde los 8 años de edad en Escocia) ha dicho que justamente buscaban un video por montaje a lo dadaísta (entre otras vanguardias). Ahí están claros los recortes, los fotomontajes, espacios 3D generados con los planos y las líneas y el juego con la tipografía y modo de uso.
Imagino que Alex le dijo a Byrne (otro escocés): “Che David, ¿que onda man, qué hacemos con el Post Punk y la New Wave?” Y quizás Byrne le contestó: “Y bueno, pónganle el pasito punkie The Clash con piernas robóticas a lo Kraftwerk.

(Franz Ferdinand. Take me out)


(Tha Clash. Police on my back)

Aquí hay un presentador de la TV alemana previo al video-show (para aprovechar y disfrutar la musicalidad del idioma). También hay tipografía aplicada a la imagen y mucho rojo y negro. Bien podríamos pensar que el sonido Kraftwerk es a la música lo que el suprematismo a la historia del arte. De sonidos “primitivos” y a la vez futuristas, Kraftwerk pone de manifiesto lo mínimo indispensable para generar música. Lo mismo los suprematistas, en su cruzada por la supremacía de los elementos básicos para componer, descomponiéndolo todo en formas primarias. O en el extremo de la abstracción de la abstracción del cuadrado blanco sobre fondo blanco de Malevich, hasta desaparecerlo todo.


(Kraftwerk. Dier Roboter)

Talking Heads tampoco se privó de collagear en sus videos, o de hacer lío con la tipografía (ya en soporte electrónico) y su aplicación (¿Apollinaire?)


(Guillaume Apollinaire. Cœur, couronne, miroir. 1925)


(Talking Heads. (Nothing but) Flowers)

O de la superposición de imagen.

(Talking Heads. Burning down the house)

Ni Franz Ferdinand se privó de citar a Byrne, por ejemplo en este video. Bien podría ser Byrne el que está lavándose los dientes, acompañando el fondo celeste y la cara de plástico del arte de tapa de Feelings.


(David Byrne. Feelings)


(Franz Ferdinand. Darts of pleasure)

En cuanto a la ropa y el corte de pelo mod de Alex, bien de casquito motorizado, la pregunta es: ¿de acá?

(Small Faces. What'cha Gonna Do About It)

Burlando el espacio de una galeria de arte, donde por momentos alude directamente a la obra de Vanessa Beecroft, los Franz Ferdinand rompen escena cuando entran en cuadro a la inauguración modernosa de arte, imaginamos, británica. Portavoces sus remeras de líneas rojas y negras horizontales, beben y morfan mientras caotizan el evento, colgándose de las obras exhibidas, chocándose con las esculturas vivientes de Beecroft, meando el mingitorio versión moderna, limpia y acabada del mingitorio de Duchamp, tantas veces meado por el arte conceptual actual. I love your friends they're all so arty, oh yeah.


(Vanesa Beecroft)


(Vanesa Beecroft)


(Franz Ferdinand. Do you want to?)

O el batir de manos que aparece a la mitad del video, claramente Wish you were here de Pink Floyd. Como en un pacto con el diablo no sabemos si de los curadores, críticos, artistas, compradores, público o quién.
Podría seguir con las citas, como la de Dark of the matinee en clave The Wall, o en el genial video de Walk Away donde FF despunta el género detectivesco, drámatico y con olor a Martini de una ruptura amorosa de las que se puede tener con mujeres de los años 50s. O la viñeta del comic y los planos narrativos del guión de la historieta. O el cover de los Beatles, It wont be long.
Ahora bien, el otro día leí en una Rolling Stone del año 2005 algo como que Franz Ferdinand lideró la revolución dance rock. Si bien es cierto que existe un sonido Franz Ferdinand, tendría que ver con los ojos del tiempo si se trata de una revolución…
El collage Franz Ferdinand es, como todo collage, un recorte, y no un corte. El sonido FF texturado como collage, suena a ochentas y más.
Quizás Franz Ferdinand lo que quiere decirnos con tanta cita e intertexto, lo que saben perfectamente cuando se apropian formalmente del discurso de las vanguardias, es justamente que en la cita está el gesto y la denuncia al desentendimiento total del arte conceptual que inauguró Duchamp, cuando en cualquier galeria, incluso las nuestras, en varias oportunidades (no en todas, en algunas efectivamente existe el arte conceptual) encontramos hasta el hartazgo el gesto de una goma de mascar masticada color rosa pegada contra la pared de la sala de exposición, cotizada a diez mil dólares. Porque una cosa es citar (y hacerlo bien), o dialogar, y otra es la ignorancia, desconocimiento o estupidez absoluta de hacer huevadas con la historia del arte porque el aire es gratis.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Aporías de las vanguardias. El análisis es impecable. Los críticos "profesionales" de rock pocas veces (por no decir nunca, salvo un Greil Marcus) se toman el trabajo de rastrear las influencias estéticas de una banda más allá del plano del sonido.

Y la frase "Como si la nariz de Alex viniera a condensar en un solo gesto el partido visual de la banda" es absolutamente deliciosa.

Simpática y puntual dijo...

Zedi C. que bueno que pases por acá. Gracias por el comentario, sabés que sí, que busqué a ver que había sobre los videos, y lo único que encontré hasta ahora es una entrevista donde ellos mismos hablan de vanguardias, y quizás una leve mención en alguna reseña.
Saludos

Anónimo dijo...

pero no sé, estimada, si el gesto es tanto de denuncia como de plegarse a la última ola de un movimiento, a estas alturas, centenario. Lo raro es que sigamos percibiendo a esas vanguardias como vanguardias, y no como un modo clásico más. Quizás eso revele que siguen motivándonos de alguna manera, y que vale la pena seguir haciendo algo con ellas.
Citar la cita (citar al Byrne que cita) no es un paso al costado de la vanguardia, sino un paso más allá dentro de la vanguardia. Insisto: seguimos celebrándolo.

Contra lo que opinan usted y Cioso, a mí me gusta el desconche irresponsable del arte contemporáneo. ¿Que todo termina en pura estupidez? Pago el precio.