concurrimos a la milonga, como todos los sabados, luego de la clase. habia asistido previamente, en numerosas ocasiones; me sentaba, bebia y observaba el baile, cosa que aprecio como parte del aprendizaje. pero ésta vez las cosas fueron distintas.
apenas llegada a la mesa de mujeres, compañeras mias de clase, se acercó un hombre y me invitó a bailar:
-hombre: vamos?
-syp: ehhh, es que aún no me puse los zapatos para bailar...
-h: vamos...
-syp: en un ratito me los pongo y vamos. (mis zapatos tienen unas tiritas complicadas, como yo).
-h: no sabia que habia que ponerse los zapatos para bailar tango...
-syp: es que no puedo bailar descalza.
-h: bueno.
y el hombre se retiró.
entonces mi profesora, sentada al costado mio, me dijo:
-p:le hubieses dicho que te espere un minuto, y te ponias los zapatos...
-syp: ... bueno ahora lo busco, cuando me los ponga.
-p: no, eso no se hace. el entendió que no querias bailar con él.
-syp: no! pero si le dije que me los ponia en un ratito.
-p: pero el entendió que no querías, le hubieses aclarado que te espere un minuto...
-syp: oh, pero no quise decir eso... será mi cagazo? (haciendo gesto)
-p: si...
-syp: bueno, menos mal que mi profesora de tango tambien es analista...
-p: jaja, si... soy hija de una de ellas..
-syp: yo también. entonces sabés que? me los voy a poner ahora, así, si me saca a bailar otro, ya estoy lista y sin excusas.
-p: si, eso te iba a decir.
entonces me puse los zapatos de tiritas complicadas, y al levantarme, le dije a mi profesora:
-esto se llama aplacar la neurosis.
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