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Me puse mi mejor ropa interior
me vesti
perfumé
me maquillé con el nuevo lapiz labial anaranjado
Escuché mi nombre
sonreí
pasé a la habitación blanca
A propósito, dejé que entrevea el libro que estaba leyendo (Historias de amor, Bioy Casares), apoyándolo en su escritorio
Luego me desvestí
dejé que vea
dejé que toque
hasta hizo un comentario
le comenté todas mis dudas
Finalmente, acordamos otro encuentro
Y la cita fue con mi ginecólogo el viernes a las 14:25 am
2 comentarios:
De ninguna manera, syp: no se puede desear a un hombre que te hurgó la concha antes de invitarte a tomar un café. Va contra el fetiche romántico femenino de base.
Y si lo invito yo a tomar el cafe?
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