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Si yo fuese gay, o al menos un poco gay, ésta sería la chica a la que soñaría seducir.
Regina Spektor.
domingo, 28 de enero de 2007
Mi novia
sábado, 27 de enero de 2007
Expekt
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Ella judía nacida en Rusia viviendo en Nueva York. Se nota agradablemente, en el último tramo de la canción.
Regina Spektor. The Flowers.
Ella judía nacida en Rusia viviendo en Nueva York. Se nota agradablemente, en el último tramo de la canción.
Regina Spektor. The Flowers.
viernes, 26 de enero de 2007
La grasada no mami
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Cuando le comento como loca, que estoy loca por la pollera que ví de lycra estampada en trama de leopardo en "Modas París" de la calle Charcas (cerca de Plaza Italia), ella (mi amiga andaluza) no duda en decirme: Oye tía, ¡qué a ti sí que te gusta la grasada!
Seguro pensaba ella en mi vincha acharolada roja, o en la musculosa de estampa cebra, en el llavero de peluche de vaca, que si se le aprietan las ubres hace muuuuuuuuuuuuuu. Quizás recordó la cinta scotch con manchas de tigre, o mi cinturón de lona lleno de lunares, o el remerón de lycra negro con flores rojas. No creo que ella haya pensado en la correa del reloj, piel símil de cocodrilo verde, que supe tener antes de conocerla, pero sí estalló en risa cuando le llevé unas canciones de Rocío Durcal. No, la grasada no mami, le dije. A mí lo que me gusta es el kitsch.
Me gusta tanto que cuando vuelva a comprarme un sillón, lo haré con la afamada estampa animal (animal print) de vaca o cebra, hermoso blanco y negro, bordeado de firuletes metálicos entintados en dorado. Seguramente me recostaré allí, envuelta en toalla, con mis aros grandes y fumaré en boquilla. Tendré la boca pintada de rojo carmesí, me pondré un aplique de frutas en la cabeza, a lo Carmen Miranda y las uñas serán rosadas (porque si de vestir la vida se trata, a mi me gusta color de rosa, o Hot Pink como define Samantha Jones en Sex and the City al rosado que le gusta). Sonará un bolero cantado por Luz Casal, creo que Piensa en mí, y entonces él tocará a mi puerta y nos besaremos eternamente. O no; o por ahí llega, me ve, sale corriendo, sin antes llevarse una banana del aplique de mi pelo para comérsela en el camino porque el potasio hace bien.
Grasada o kitsch, la cosa fue que ella me invitó a su casa dias después. Hablando y hablando, vino corriendo a mostrarme entusiasmada su nueva adquisición pre-filmación de un comercial; un ramo de rosas rojas de plástico, adquirido en Once.
-¡Mira lo que he conseguido, estoy fascinada! Me haré unas cortinas con ellas.
-¿Como harás la cortina?.
-Voy a coser flor a flor, y luego montaré varias de éstas a un sostén de madera.
-Qué lindo, me encanta -le dije. Y pensé: ¡Bienvenida al club de las flores pláticas, las bananas y los prendedores de la abuela! Yo, por como viene la mano, me hice vitalicia.
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Cuando le comento como loca, que estoy loca por la pollera que ví de lycra estampada en trama de leopardo en "Modas París" de la calle Charcas (cerca de Plaza Italia), ella (mi amiga andaluza) no duda en decirme: Oye tía, ¡qué a ti sí que te gusta la grasada!
Seguro pensaba ella en mi vincha acharolada roja, o en la musculosa de estampa cebra, en el llavero de peluche de vaca, que si se le aprietan las ubres hace muuuuuuuuuuuuuu. Quizás recordó la cinta scotch con manchas de tigre, o mi cinturón de lona lleno de lunares, o el remerón de lycra negro con flores rojas. No creo que ella haya pensado en la correa del reloj, piel símil de cocodrilo verde, que supe tener antes de conocerla, pero sí estalló en risa cuando le llevé unas canciones de Rocío Durcal. No, la grasada no mami, le dije. A mí lo que me gusta es el kitsch.
Me gusta tanto que cuando vuelva a comprarme un sillón, lo haré con la afamada estampa animal (animal print) de vaca o cebra, hermoso blanco y negro, bordeado de firuletes metálicos entintados en dorado. Seguramente me recostaré allí, envuelta en toalla, con mis aros grandes y fumaré en boquilla. Tendré la boca pintada de rojo carmesí, me pondré un aplique de frutas en la cabeza, a lo Carmen Miranda y las uñas serán rosadas (porque si de vestir la vida se trata, a mi me gusta color de rosa, o Hot Pink como define Samantha Jones en Sex and the City al rosado que le gusta). Sonará un bolero cantado por Luz Casal, creo que Piensa en mí, y entonces él tocará a mi puerta y nos besaremos eternamente. O no; o por ahí llega, me ve, sale corriendo, sin antes llevarse una banana del aplique de mi pelo para comérsela en el camino porque el potasio hace bien.
Grasada o kitsch, la cosa fue que ella me invitó a su casa dias después. Hablando y hablando, vino corriendo a mostrarme entusiasmada su nueva adquisición pre-filmación de un comercial; un ramo de rosas rojas de plástico, adquirido en Once.
-¡Mira lo que he conseguido, estoy fascinada! Me haré unas cortinas con ellas.
-¿Como harás la cortina?.
-Voy a coser flor a flor, y luego montaré varias de éstas a un sostén de madera.
-Qué lindo, me encanta -le dije. Y pensé: ¡Bienvenida al club de las flores pláticas, las bananas y los prendedores de la abuela! Yo, por como viene la mano, me hice vitalicia.
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Hembras de familia
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Aunque si nos une el amor y no el espanto, en torno a mi familia hay un tema en particular que nos mantiene emparentados; las escatologías de la perra Manuela. Asi se inició el intercambio de mensajes de texto por celular entre mi madre y yo, hace unos dias (puede parecer un chat, no lo fue):
Syp: Manu caca
Madre: Manu celo!!!
Syp: Si?. ¡Qué tenga hijitos!
Madre: ¿Quien los cuida?
Syp: ¡Manu!
Syp: Ya está en edad de merecer...
Madre: Ese no es el punto
Syp: Mamá no podemos negarle ser mamá a la perra sólo porque los perros no pueden ocuparse de sus cachorros hasta los 21 años.
Madre: Hija, no estamos hablando de vos y ya sabés, soy muy castradora...
Syp: Pensemos en Manu, no en nosotras
Madre: Pensemos en Manu y que te ocupás vos
Syp: ¿De qué?, ¿de ubicar a todos los cachorritos?
Madre: No. De darles la teta
Syp: Seguro va alcanzar para todos, pero no me va la zoofilia.
Madre: Y limpiar la caca y dormirlos de noche.
Madre: Moi non plus
Syp: Bueno, pero vos comprás los pañales
Madre: Ok.
Madre: ¿Comemos a la noche?
Syp: Sí
Aunque si nos une el amor y no el espanto, en torno a mi familia hay un tema en particular que nos mantiene emparentados; las escatologías de la perra Manuela. Asi se inició el intercambio de mensajes de texto por celular entre mi madre y yo, hace unos dias (puede parecer un chat, no lo fue):
Syp: Manu caca
Madre: Manu celo!!!
Syp: Si?. ¡Qué tenga hijitos!
Madre: ¿Quien los cuida?
Syp: ¡Manu!
Syp: Ya está en edad de merecer...
Madre: Ese no es el punto
Syp: Mamá no podemos negarle ser mamá a la perra sólo porque los perros no pueden ocuparse de sus cachorros hasta los 21 años.
Madre: Hija, no estamos hablando de vos y ya sabés, soy muy castradora...
Syp: Pensemos en Manu, no en nosotras
Madre: Pensemos en Manu y que te ocupás vos
Syp: ¿De qué?, ¿de ubicar a todos los cachorritos?
Madre: No. De darles la teta
Syp: Seguro va alcanzar para todos, pero no me va la zoofilia.
Madre: Y limpiar la caca y dormirlos de noche.
Madre: Moi non plus
Syp: Bueno, pero vos comprás los pañales
Madre: Ok.
Madre: ¿Comemos a la noche?
Syp: Sí
jueves, 25 de enero de 2007
Pasado se alquila
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Danza no. Mudanza. Y aunque lo que siga sea un baile, el 31 dejo el departamento. Doce meses nos albergó felizmente. Unos meses más me quedé yo. B se fue, yo me quedé. Eso es lo que acordamos. Pero ahora las circunstancias y yo, hemos decidido hacer las valijas y marcharnos a otro destino.
Arregla conmigo el de la inmobiliaria que pasa hoy a las 16:00 horas a ver el departamento, con unos posibles futuros inquilinos. Tengo que estar para abrirles la puerta, ya que aún ese sigue siendo mi departamento alquilado.
Tocan timbre y los hago pasar. Se pasean por todas las habitaciones, chequean la luz del sol. Son una pareja, más o menos de mi edad, cerca de los treinta. Él se preocupa si el lavadero le sirve en tamaño. Ella quiere saber donde cuelgo la ropa o si le aconsejo ir a la terraza. Los veo alejarse, al balcón. El bello balcón de contrafrente. Aguardo apoyada contra el marco de la cocina, fumando. Los miro flotando un rato, veo el contraluz que recorta sus figuras. Hablan, que sí, que no, que bien, que. Un recuerdo me vuleve a colocar contra el marco de la cocina: B. y yo alborotados hace 15 meses atrás, en ese balcón, decidiendo si alquilabamos ahí o no. Los veo, nos veo. Me pregunto, ¿podrá él soportar su caos cotidiano?, ¿podrá ella aguantar la obsesión de él por el orden?. Por lo pronto empezaron con más suerte que nosotros; parece que el dueño finalmente ha decidido arreglar la calefacción de la habitación principal. No se van a cagar de frio en invierno.
Vuelven al living. Veo como ella mira mi mueble sin verlo, imaginando que biblioteca le conviene poner ahi contra esa pared. Él se le acerca.
Los sigo mirando. Les deseo buen viaje en silencio.
Adiós Zabala, calle de la primera vez que alquilé sola, esquina de mi primera convivencia. Chau señora Olga del kiosco de Céspedes.
Me tengo que ir. Nos vemos el fin de semana, cuando vaya a hacer las cajas. Tengo que seguir viajando.
Un beso.
Danza no. Mudanza. Y aunque lo que siga sea un baile, el 31 dejo el departamento. Doce meses nos albergó felizmente. Unos meses más me quedé yo. B se fue, yo me quedé. Eso es lo que acordamos. Pero ahora las circunstancias y yo, hemos decidido hacer las valijas y marcharnos a otro destino.
Arregla conmigo el de la inmobiliaria que pasa hoy a las 16:00 horas a ver el departamento, con unos posibles futuros inquilinos. Tengo que estar para abrirles la puerta, ya que aún ese sigue siendo mi departamento alquilado.
Tocan timbre y los hago pasar. Se pasean por todas las habitaciones, chequean la luz del sol. Son una pareja, más o menos de mi edad, cerca de los treinta. Él se preocupa si el lavadero le sirve en tamaño. Ella quiere saber donde cuelgo la ropa o si le aconsejo ir a la terraza. Los veo alejarse, al balcón. El bello balcón de contrafrente. Aguardo apoyada contra el marco de la cocina, fumando. Los miro flotando un rato, veo el contraluz que recorta sus figuras. Hablan, que sí, que no, que bien, que. Un recuerdo me vuleve a colocar contra el marco de la cocina: B. y yo alborotados hace 15 meses atrás, en ese balcón, decidiendo si alquilabamos ahí o no. Los veo, nos veo. Me pregunto, ¿podrá él soportar su caos cotidiano?, ¿podrá ella aguantar la obsesión de él por el orden?. Por lo pronto empezaron con más suerte que nosotros; parece que el dueño finalmente ha decidido arreglar la calefacción de la habitación principal. No se van a cagar de frio en invierno.
Vuelven al living. Veo como ella mira mi mueble sin verlo, imaginando que biblioteca le conviene poner ahi contra esa pared. Él se le acerca.
Los sigo mirando. Les deseo buen viaje en silencio.
Adiós Zabala, calle de la primera vez que alquilé sola, esquina de mi primera convivencia. Chau señora Olga del kiosco de Céspedes.
Me tengo que ir. Nos vemos el fin de semana, cuando vaya a hacer las cajas. Tengo que seguir viajando.
Un beso.
martes, 23 de enero de 2007
No somos minas ridículas
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Antes.
Luego de que nos amigamos, decidimos ir a por unos refrescos. Corrimos ligeramente por el pasillo del edificio, y entramos apresuradamente al ascensor; fue cuando nos vimos en el espejo que tomamos consciencia de nuestra grotesca imagen. Oye tía que yo no puedo bajar con esta remera puesta (una de las mías estiradas que hacían que a ella se le escapasen por los costados). Pero que importa si tenés puesto mi corpiño!. ¿Y yo?. Y nos miramos a mí en el espejo con la musculosa blanca enorme con machas de bebida estirada puesta y un jean que se caia. Luego desvié la mirada y ví la pollera que ella tenia puesta (la que corté con la tijera el largo), y noté que también se le caía. Alzamos los ojos y observamos el estado del pelo; revuelto y sin mejoras, bajamos a los pies y vimos las chancletas de ambas. Dos señoras de barrionorte en belgrano, intentando torpemente llegar al kiosco más cercano.
Nos tentamos durante varios minutos, agazapadas contra la pared del ascensor, sin poder a) cerrar la puerta del ascensor y tocar PB, o b) salir del ascensor, cerrar la puerta y seguir estrelladas contra la pared ésta vez del pasillo.
Realmente boluda; imágenes paganas e impagables.
Será que ella quiere mi remera a rayas, los aros y el prendedor (ja!, ¿pensaste que me olvidé?), será que yo quiero el futón de su casa (¿todavía estoy a tiempo?), será que cuando nos vemos nos relajamos tanto que nos olvidamos de ponernos coquetas. La cuestión es que la otra y yo no somos minas ridículas. No. Somos amigas.
Antes.
Luego de que nos amigamos, decidimos ir a por unos refrescos. Corrimos ligeramente por el pasillo del edificio, y entramos apresuradamente al ascensor; fue cuando nos vimos en el espejo que tomamos consciencia de nuestra grotesca imagen. Oye tía que yo no puedo bajar con esta remera puesta (una de las mías estiradas que hacían que a ella se le escapasen por los costados). Pero que importa si tenés puesto mi corpiño!. ¿Y yo?. Y nos miramos a mí en el espejo con la musculosa blanca enorme con machas de bebida estirada puesta y un jean que se caia. Luego desvié la mirada y ví la pollera que ella tenia puesta (la que corté con la tijera el largo), y noté que también se le caía. Alzamos los ojos y observamos el estado del pelo; revuelto y sin mejoras, bajamos a los pies y vimos las chancletas de ambas. Dos señoras de barrionorte en belgrano, intentando torpemente llegar al kiosco más cercano.
Nos tentamos durante varios minutos, agazapadas contra la pared del ascensor, sin poder a) cerrar la puerta del ascensor y tocar PB, o b) salir del ascensor, cerrar la puerta y seguir estrelladas contra la pared ésta vez del pasillo.
Realmente boluda; imágenes paganas e impagables.
Será que ella quiere mi remera a rayas, los aros y el prendedor (ja!, ¿pensaste que me olvidé?), será que yo quiero el futón de su casa (¿todavía estoy a tiempo?), será que cuando nos vemos nos relajamos tanto que nos olvidamos de ponernos coquetas. La cuestión es que la otra y yo no somos minas ridículas. No. Somos amigas.
lunes, 22 de enero de 2007
Tet-a-tet
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No vayan a creer que todo es maravilla en el país de Alicia, esa la tetona que calza 120.
Estimadas amigas, enemigas, compañeras, me caés bien pero deja de histeriquear a mi novio, amante, compañero de ocasión (¿o colección?), en fin, mujeres del mundo rasas: no siempre es agradable tener mucho busto. No.
Y no lo digo con ánimos de quejarme, no hay nada que yo trocara de mi cuerpo, porque me gusta así y ya. Tampoco es alarde ni exhibicionismo (sólo el mínimo suficiente como para escribir un blog).
Es simplemente a modo informativo, que escribo este post. Justo es que también sepan los inconvenientes del mundo tetil, y que muchas de nosotras envidiamos sus llanuras por momentos.
En principio, la cuestión pesa. Es real, es físico, la ley de gravedad existe, asi que no solo pesa, sino que también cae. Cerca de la noche los hombros empiezan a doler frente a las tiritas esforzadas, casi exhaustas, del sotén. No sólo eso, sino que también, a varias nos causa una leve encorvadura producto de la carga y la timidez.
Si alguien nota que una mujer se saca el corpiño a escondidas en un bar, es porque realmente no se aguanta ni un minuto más.
Dormir boca abajo durante el período es imposible, doloroso, molesto. Y menos que te quieran saludar a las muchachas. Esos dias ellas deben estar intactas.
Buscar ropa que te quede es una odisea. De verdad que lo es; casi no hay talles, ni cortes, al menos en éste pais, que entren o queden bien. Es una frustración no usar esa prenda que te encanta tanto del negocio que ya pasaste cinco veces, y te la probaste dos sin éxito. Las bikinis son lo peor que nos hace el verano, yo no me quejo del calor, me quejo de las bikinis. Todavia nadie se avivó o parece no interesarle el mercado de las tetonas. Es irrisoria la cantidad de tela que le ponen a esos triangulitos cuando lo que tenés que cubrir es generoso.
La ropa interior o soutiens más bonitos, no los fabrican para nosotras. Debemos conformarnos con los que son enormes, tal cual los de la abuela. Madeinform, Triumph (y sí que le hace honor el nombre a la marca cuando se trata del arte de sostener), Warners. Alguna vez algún novio te dice, como al pasar, cuando por vez primera ve el corpiño que usás "parece el de una señora gorda alemana". Y chicas, eso no es un piropo (y no deja dudas de que he tenido relaciones amorosas disfuncionales).
Algún muchacho te invita a una fiesta y te dice que igual se queda tranquilo porque vos llevás los globos, y luego de que éste y otros chistes del estilo se repitan una y otra vez, desearías mandar tus tetas a la fiesta, y quedarte vos en casa, tirada en el sillón, mirando un documental de E! Entertainment Television acerca de los 2 kilogramos de teta que se agregó Pamela Anderson el último verano, pensando lo extraño que es el mundo.
Caminar frente a una obra en construcción mientras hacen choriceada es altamanete peligroso, rídiculo o humillante.
Entrar a un negocio de ropa, que te atienda una vendedora espigada, chata, flaca y finita, y te diga "ay que suerte que tenés" mientras trae una a una las 15 remeritas que te vas probando porque ninguna quedaaaaaaaaaa.
Podría seguir enumerando los inconvenientes sobre la convivencia de las tetas y las portantes, pero creo que ya tenemos un amplio panorama del asunto. Interesante sería encontrar una situación intermedia entre tenerlas grandes o pequeñas, si uno pudiese negociar con la naturaleza. De todas formas ideé un mecanismo, esperando que alguien me compre los derechos de ésta hermosa idea de diseño:
Yo creo que el mejor sistema seria venir de fábrica con un switch que diga: "Modo tetón/ Modo espigado", y tener dias tetones y dias elegantemente chatos. Poder elegir: cuando tenés un almuerzo de laburo, vas switch-on modo cható elegante, y si sabés que te vas a cruzar con un ex no tan ex, vas con el switch del modo tetón al mango.
Todo en su justa medida diría alguien, todo en su justo momento, diría yo.
No vayan a creer que todo es maravilla en el país de Alicia, esa la tetona que calza 120.
Estimadas amigas, enemigas, compañeras, me caés bien pero deja de histeriquear a mi novio, amante, compañero de ocasión (¿o colección?), en fin, mujeres del mundo rasas: no siempre es agradable tener mucho busto. No.
Y no lo digo con ánimos de quejarme, no hay nada que yo trocara de mi cuerpo, porque me gusta así y ya. Tampoco es alarde ni exhibicionismo (sólo el mínimo suficiente como para escribir un blog).
Es simplemente a modo informativo, que escribo este post. Justo es que también sepan los inconvenientes del mundo tetil, y que muchas de nosotras envidiamos sus llanuras por momentos.
En principio, la cuestión pesa. Es real, es físico, la ley de gravedad existe, asi que no solo pesa, sino que también cae. Cerca de la noche los hombros empiezan a doler frente a las tiritas esforzadas, casi exhaustas, del sotén. No sólo eso, sino que también, a varias nos causa una leve encorvadura producto de la carga y la timidez.
Si alguien nota que una mujer se saca el corpiño a escondidas en un bar, es porque realmente no se aguanta ni un minuto más.
Dormir boca abajo durante el período es imposible, doloroso, molesto. Y menos que te quieran saludar a las muchachas. Esos dias ellas deben estar intactas.
Buscar ropa que te quede es una odisea. De verdad que lo es; casi no hay talles, ni cortes, al menos en éste pais, que entren o queden bien. Es una frustración no usar esa prenda que te encanta tanto del negocio que ya pasaste cinco veces, y te la probaste dos sin éxito. Las bikinis son lo peor que nos hace el verano, yo no me quejo del calor, me quejo de las bikinis. Todavia nadie se avivó o parece no interesarle el mercado de las tetonas. Es irrisoria la cantidad de tela que le ponen a esos triangulitos cuando lo que tenés que cubrir es generoso.
La ropa interior o soutiens más bonitos, no los fabrican para nosotras. Debemos conformarnos con los que son enormes, tal cual los de la abuela. Madeinform, Triumph (y sí que le hace honor el nombre a la marca cuando se trata del arte de sostener), Warners. Alguna vez algún novio te dice, como al pasar, cuando por vez primera ve el corpiño que usás "parece el de una señora gorda alemana". Y chicas, eso no es un piropo (y no deja dudas de que he tenido relaciones amorosas disfuncionales).
Algún muchacho te invita a una fiesta y te dice que igual se queda tranquilo porque vos llevás los globos, y luego de que éste y otros chistes del estilo se repitan una y otra vez, desearías mandar tus tetas a la fiesta, y quedarte vos en casa, tirada en el sillón, mirando un documental de E! Entertainment Television acerca de los 2 kilogramos de teta que se agregó Pamela Anderson el último verano, pensando lo extraño que es el mundo.
Caminar frente a una obra en construcción mientras hacen choriceada es altamanete peligroso, rídiculo o humillante.
Entrar a un negocio de ropa, que te atienda una vendedora espigada, chata, flaca y finita, y te diga "ay que suerte que tenés" mientras trae una a una las 15 remeritas que te vas probando porque ninguna quedaaaaaaaaaa.
Podría seguir enumerando los inconvenientes sobre la convivencia de las tetas y las portantes, pero creo que ya tenemos un amplio panorama del asunto. Interesante sería encontrar una situación intermedia entre tenerlas grandes o pequeñas, si uno pudiese negociar con la naturaleza. De todas formas ideé un mecanismo, esperando que alguien me compre los derechos de ésta hermosa idea de diseño:
Yo creo que el mejor sistema seria venir de fábrica con un switch que diga: "Modo tetón/ Modo espigado", y tener dias tetones y dias elegantemente chatos. Poder elegir: cuando tenés un almuerzo de laburo, vas switch-on modo cható elegante, y si sabés que te vas a cruzar con un ex no tan ex, vas con el switch del modo tetón al mango.
Todo en su justa medida diría alguien, todo en su justo momento, diría yo.
Reclame sus derechos de consumidor
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Syp: Hola, yo pedí hace un buen rato una tarta de zapallitos...
Café M: Ah sí....... tuvimos un problema con la tarta....
Syp: ¿Qué?, ¿se incendió? (haciendome la canchera)
Café M: Sí
Syp: ...
Café M: Pero ya estamos haciendo otra...
Syp:... Bueno. Pero envíenme 14 brownies con la tarta para recompensarme la espera...
Café M: Ja, bueno, algo te envío.
Syp: No hace falta es una broma. Espero la tarta entonces.
Al cabo de 10 minutos más llegó mi tarta con un precioso y preciado brownie, con coco rallado, que mastico, mientras escribo ésto.
Syp: Hola, yo pedí hace un buen rato una tarta de zapallitos...
Café M: Ah sí....... tuvimos un problema con la tarta....
Syp: ¿Qué?, ¿se incendió? (haciendome la canchera)
Café M: Sí
Syp: ...
Café M: Pero ya estamos haciendo otra...
Syp:... Bueno. Pero envíenme 14 brownies con la tarta para recompensarme la espera...
Café M: Ja, bueno, algo te envío.
Syp: No hace falta es una broma. Espero la tarta entonces.
Al cabo de 10 minutos más llegó mi tarta con un precioso y preciado brownie, con coco rallado, que mastico, mientras escribo ésto.
domingo, 21 de enero de 2007
United Colors of Benetton
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Posible interlocutor diría: ¿Cómo no te va a gustar éste video si sos diseñadora?
(se recomienda ver hasta el final)
Regina Spektor, Fidelity.
Posible interlocutor diría: ¿Cómo no te va a gustar éste video si sos diseñadora?
(se recomienda ver hasta el final)
Regina Spektor, Fidelity.
Se pregna (¿preña?) de sentido la ciudad
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¿No ocurre que cuando conocés a alguien que te gusta, la ciudad se llena de signos, como alertándote de su existencia constantemente?.
Digo, como cuando él francés me cuenta que vivió cuatro años en Japón, y me narra todo lo que le gustó, cómo aprendió el idioma (para leer un diario japonés se necesitan al menos 2.000 ideogramas, me comentó el muchacho), que puso un restaurante de comida japonesa en el sur de Francia, y me cuenta las características de los telos nipones, etcétera, etcétera, etcétera, y caigo en la cuenta durante los sucesivos dias, que Buenos Aires se pobló de pedacitos orientales, como que de golpe me acordé de los directores chinos, coreanos, japoneses (luqui venga en forma horizontal); Johnny To, Ozu, John Woo, porque me los topo muy seguido en I-sat, o se me viene a la mente que yo tengo en algún lugar perdido un librito de aguadas japonesas, y comienzo a notar la cantidad de mujeres orientales que aparecen en la tele.
Y de golpe un amigo me señala que justo atrás de la ventana, que está detrás de mi espalda, hay un cartelito pegado escrito en francés, y que vengo observando que, de nuevo la tele viene pasando varias de Sean Penn, porque -que alarde, pero de verdad verdad- él se le parece mucho mucho.
Me siento aturdida, y encantada a la vez, cuando ocurre ésta lluvia semántica que humedece suavemente la ciudad, llenándola de links a mi nueva conquista, mientras camino Buenos Aires.
PD= Claro que si luego, la relación con el francés fracasa estrepitosamente, y se mete raudamente en el primer vuelo que encuentra, el muy flojito, caigo en la cuenta de que en realidad a mi que carajo me importa que haya puesto un restaurante japonés, si yo no como sushi, y dios mío zafé de ver todos esos bodrios del cine japonés, y mejor aún, también, de los bodriazos franceses y que aburrido todo ese existencialismo barato subtitulado por I-sat, además que carajos con Sean Penn, si se parece en realidad a un extra más de una película americana... Pero todo ésto lo dejamos para otro post, que bien podría llamarse... ¿el ocaso de los signos?, o... los franceses y la concha de su madre...
¿No ocurre que cuando conocés a alguien que te gusta, la ciudad se llena de signos, como alertándote de su existencia constantemente?.
Digo, como cuando él francés me cuenta que vivió cuatro años en Japón, y me narra todo lo que le gustó, cómo aprendió el idioma (para leer un diario japonés se necesitan al menos 2.000 ideogramas, me comentó el muchacho), que puso un restaurante de comida japonesa en el sur de Francia, y me cuenta las características de los telos nipones, etcétera, etcétera, etcétera, y caigo en la cuenta durante los sucesivos dias, que Buenos Aires se pobló de pedacitos orientales, como que de golpe me acordé de los directores chinos, coreanos, japoneses (luqui venga en forma horizontal); Johnny To, Ozu, John Woo, porque me los topo muy seguido en I-sat, o se me viene a la mente que yo tengo en algún lugar perdido un librito de aguadas japonesas, y comienzo a notar la cantidad de mujeres orientales que aparecen en la tele.
Y de golpe un amigo me señala que justo atrás de la ventana, que está detrás de mi espalda, hay un cartelito pegado escrito en francés, y que vengo observando que, de nuevo la tele viene pasando varias de Sean Penn, porque -que alarde, pero de verdad verdad- él se le parece mucho mucho.
Me siento aturdida, y encantada a la vez, cuando ocurre ésta lluvia semántica que humedece suavemente la ciudad, llenándola de links a mi nueva conquista, mientras camino Buenos Aires.
PD= Claro que si luego, la relación con el francés fracasa estrepitosamente, y se mete raudamente en el primer vuelo que encuentra, el muy flojito, caigo en la cuenta de que en realidad a mi que carajo me importa que haya puesto un restaurante japonés, si yo no como sushi, y dios mío zafé de ver todos esos bodrios del cine japonés, y mejor aún, también, de los bodriazos franceses y que aburrido todo ese existencialismo barato subtitulado por I-sat, además que carajos con Sean Penn, si se parece en realidad a un extra más de una película americana... Pero todo ésto lo dejamos para otro post, que bien podría llamarse... ¿el ocaso de los signos?, o... los franceses y la concha de su madre...
Horny?. No, Hornby
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5 mejores canciones (acerca de las listas) para bailar frente al espejo sola, de manera sexy y ridícula, disfrazada de Cindi Lauper:
-Fever. Peggy Lee.
-I touch myself. The Divinyls.
-Je t'aime... moi non plus. Serge Gainsbourg.
-The Dancer. PJ Harvey.
-Like a virgin. Madonna.
(Y todo ésto para poder postear alguna vez éste título).
5 mejores canciones (acerca de las listas) para bailar frente al espejo sola, de manera sexy y ridícula, disfrazada de Cindi Lauper:
-Fever. Peggy Lee.
-I touch myself. The Divinyls.
-Je t'aime... moi non plus. Serge Gainsbourg.
-The Dancer. PJ Harvey.
-Like a virgin. Madonna.
(Y todo ésto para poder postear alguna vez éste título).
¿Postear premonitoriamente?
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Evidentemente ocurrió; French kiss fue posteado tres semanas antes de conocer al francés.
De más está decir que yo no me veo como Jane Birkin y él no dice las cosas que Serge Gainsbourg canta, pero que me besó, me besó.
Oh, l'amour!
Evidentemente ocurrió; French kiss fue posteado tres semanas antes de conocer al francés.
De más está decir que yo no me veo como Jane Birkin y él no dice las cosas que Serge Gainsbourg canta, pero que me besó, me besó.
Oh, l'amour!
sábado, 20 de enero de 2007
El acto
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Generalmente por las tardes, se me hace más difícil. No es que carezca de ganas o ímpetu; simplemente a esas horas la energía baja. Así y todo, nunca abandono en la mitad. Trato de relajar el cuerpo, busco la posición más cómoda, y me dejo ir.
Eso sí, me permito breves interrupciones, para tomar un poco de aire o agua. Es que no puedo darle duro y parejo hasta las 8 de la noche.
Para mi, lo importante está en los dedos; suficiente rapidez promete que la tarea se concretará.
Respecto a las mañanas, es claro que me encuentro más estimulada y creativa. Respondo mejor, aparecen nuevas ideas, nuevos atajos e incluso logro que dure más.
De trasnoche es un clisché, pero mierda que funciona.
No creo que haya un método en mi rutina, no sé cuantas veces al dia, ni en que lugar ocurrirá. Ocurre que aparecen las ganas con la frecuencia que sea.
Creo que a ésta altura, he asumido mi modo en el acto de escribir.
Generalmente por las tardes, se me hace más difícil. No es que carezca de ganas o ímpetu; simplemente a esas horas la energía baja. Así y todo, nunca abandono en la mitad. Trato de relajar el cuerpo, busco la posición más cómoda, y me dejo ir.
Eso sí, me permito breves interrupciones, para tomar un poco de aire o agua. Es que no puedo darle duro y parejo hasta las 8 de la noche.
Para mi, lo importante está en los dedos; suficiente rapidez promete que la tarea se concretará.
Respecto a las mañanas, es claro que me encuentro más estimulada y creativa. Respondo mejor, aparecen nuevas ideas, nuevos atajos e incluso logro que dure más.
De trasnoche es un clisché, pero mierda que funciona.
No creo que haya un método en mi rutina, no sé cuantas veces al dia, ni en que lugar ocurrirá. Ocurre que aparecen las ganas con la frecuencia que sea.
Creo que a ésta altura, he asumido mi modo en el acto de escribir.
jueves, 18 de enero de 2007
Wonder woman
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De niña, un recuerdo, en Caracas, en el club El Hogar hispano, me encontraba jugando en una pequeña montaña (en Venezuela hay montañas, montes, monticulos, etc. por todos lados, claramente no es La Pampa). La trepaba, junto a otra amiguita.
El juego era llegar lo más alto posible.
En un momento:
Amiguita: ey syp! sabes que si subes más te vas a caer!
Syp: (agarrada en cada mano a un caño metálico clavado en la tierra, y los pies haciendo presión contra un tercer caño metálico) No! no me caigo porque soy la mujer maravillaaa!!!
Acto seguido, comencé a caer, cuesta abajo, por toda la montañita, y en el medio de la caída visualizo que abajo me espera un tremendo pozo. Entonces, cayéndome, inclino mi cuerpo para desviarme, pero zas! me intercepta otro caño metálico que se me clava en el culo (más preciso: en el cachete izquierdo de mi culo), y llego abajo, no al pozo, si al piso, con el cachete sangrando.
Luego, me llevan a enfermería del club, y me dan unos puntos.
Actualmente, si me miro el culo, puedo ver aún una pequeña cicatriz.
Ahora que lo pienso, mi psicoanálisis basicamente se trata de entender ese juego que jugaba, y de darme por vencida de una buena vez: no soy la mujer maravilla. Aunque el otro dia pasé por un todo x 2 pesos y me compré una vincha similar a la de ella...
De niña, un recuerdo, en Caracas, en el club El Hogar hispano, me encontraba jugando en una pequeña montaña (en Venezuela hay montañas, montes, monticulos, etc. por todos lados, claramente no es La Pampa). La trepaba, junto a otra amiguita.
El juego era llegar lo más alto posible.
En un momento:
Amiguita: ey syp! sabes que si subes más te vas a caer!
Syp: (agarrada en cada mano a un caño metálico clavado en la tierra, y los pies haciendo presión contra un tercer caño metálico) No! no me caigo porque soy la mujer maravillaaa!!!
Acto seguido, comencé a caer, cuesta abajo, por toda la montañita, y en el medio de la caída visualizo que abajo me espera un tremendo pozo. Entonces, cayéndome, inclino mi cuerpo para desviarme, pero zas! me intercepta otro caño metálico que se me clava en el culo (más preciso: en el cachete izquierdo de mi culo), y llego abajo, no al pozo, si al piso, con el cachete sangrando.
Luego, me llevan a enfermería del club, y me dan unos puntos.
Actualmente, si me miro el culo, puedo ver aún una pequeña cicatriz.
Ahora que lo pienso, mi psicoanálisis basicamente se trata de entender ese juego que jugaba, y de darme por vencida de una buena vez: no soy la mujer maravilla. Aunque el otro dia pasé por un todo x 2 pesos y me compré una vincha similar a la de ella...
Auto-ser-vicio
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Si alguna vez escribiese un post sobre la masturbaciÓn, este se entitularia "Auto-ser-vicio".
(Inspirado en la caminata de Villa Urquiza a Belgrano, todo derechito por Olazábal, cuando ví un supermercado chino)
Si alguna vez escribiese un post sobre la masturbaciÓn, este se entitularia "Auto-ser-vicio".
(Inspirado en la caminata de Villa Urquiza a Belgrano, todo derechito por Olazábal, cuando ví un supermercado chino)
miércoles, 17 de enero de 2007
Cita estrogénica
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Me puse mi mejor ropa interior
me vesti
perfumé
me maquillé con el nuevo lapiz labial anaranjado
Escuché mi nombre
sonreí
pasé a la habitación blanca
A propósito, dejé que entrevea el libro que estaba leyendo (Historias de amor, Bioy Casares), apoyándolo en su escritorio
Luego me desvestí
dejé que vea
dejé que toque
hasta hizo un comentario
le comenté todas mis dudas
Finalmente, acordamos otro encuentro
Y la cita fue con mi ginecólogo el viernes a las 14:25 am
Me puse mi mejor ropa interior
me vesti
perfumé
me maquillé con el nuevo lapiz labial anaranjado
Escuché mi nombre
sonreí
pasé a la habitación blanca
A propósito, dejé que entrevea el libro que estaba leyendo (Historias de amor, Bioy Casares), apoyándolo en su escritorio
Luego me desvestí
dejé que vea
dejé que toque
hasta hizo un comentario
le comenté todas mis dudas
Finalmente, acordamos otro encuentro
Y la cita fue con mi ginecólogo el viernes a las 14:25 am
martes, 16 de enero de 2007
Échale la culpa al cíngulo
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"...cuando estamos enamorados se inhiben ciertas zonas del cerebro que son fundamentales para la discriminación y el pensamiento crítico".
Ésto explica varias cuestiones de mi vida...
Extraído de "Sexo, drogas y biología" de Diego Golombek. Siglo veintiuno editores.
"Cíngulo" es la denominación del área cerebral que se activa con el neurotransmisor llamado dopamina, asociado al deseo o reacción de querer más y más.
"...cuando estamos enamorados se inhiben ciertas zonas del cerebro que son fundamentales para la discriminación y el pensamiento crítico".
Ésto explica varias cuestiones de mi vida...
Extraído de "Sexo, drogas y biología" de Diego Golombek. Siglo veintiuno editores.
"Cíngulo" es la denominación del área cerebral que se activa con el neurotransmisor llamado dopamina, asociado al deseo o reacción de querer más y más.
martes, 9 de enero de 2007
España girl
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No es más la Gallega, desde ahora es "España girl".
Existe chinatown, y ahora "España girl".
Yo le diré asi, y ella puede decir que tiene una amiga judía.
No es más la Gallega, desde ahora es "España girl".
Existe chinatown, y ahora "España girl".
Yo le diré asi, y ella puede decir que tiene una amiga judía.
Hombres
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Cuando aparece un nuevo hombre; ¿los anteriores se olvidan por un rato?, por el contrario, ¿se hacen aún más presentes?, o, de alguna manera, ¿siempre aparece el mismo hombre?.
Cuando aparece un nuevo hombre; ¿los anteriores se olvidan por un rato?, por el contrario, ¿se hacen aún más presentes?, o, de alguna manera, ¿siempre aparece el mismo hombre?.
Feos que duelen de lindos
Cartas a la madre (todas las chicas tenemos un post que nombra a la madre)
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Tratando de explicarle a mi mamá como soy:
-¿Viste cómo son los tipos cuando juegan al fútbol?, ¿que se apasionan y se gritan por pelotudeces?, bueno, esa soy yo sin jugar al fútbol.
Tratando de explicarle a mi mamá como soy:
-¿Viste cómo son los tipos cuando juegan al fútbol?, ¿que se apasionan y se gritan por pelotudeces?, bueno, esa soy yo sin jugar al fútbol.
lunes, 8 de enero de 2007
Belleza que hiere
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Esa que cuando la ves,
te raja la panza con una línea en diagonal
Te duele al mirarla
y cuando dejás de mirarla,
(por unos segundos)
te duele el doble
Esa belleza que al encontrarla,
en medio de una muchedumbre,
te hace comprender que hay algo que falta
Sufro de verla
Incontrolablemente la deseo
necesito tenerla cerca de mi
hacerla mía
Esa que cuando la ves,
te raja la panza con una línea en diagonal
Te duele al mirarla
y cuando dejás de mirarla,
(por unos segundos)
te duele el doble
Esa belleza que al encontrarla,
en medio de una muchedumbre,
te hace comprender que hay algo que falta
Sufro de verla
Incontrolablemente la deseo
necesito tenerla cerca de mi
hacerla mía
viernes, 5 de enero de 2007
Convivencia
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Si este blog fuese un edificio. Un edificio en el cual cada post es un piso (por cierto un edificio muy alto).
¿Qué le diría la vecina del "Girls just wanna have fun" al señor del "¿Qué es el amor?".
Si este blog fuese un edificio. Un edificio en el cual cada post es un piso (por cierto un edificio muy alto).
¿Qué le diría la vecina del "Girls just wanna have fun" al señor del "¿Qué es el amor?".
Acometer monogamia
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Rod, ex compañero de docencia de la facultad, siempre se encuentra en alguna de éstas dos situaciones;
-o está solo, y solo, es solo solo solo, solterisimamente solo.
-o está muy acompañado, es decir, 3 o 4 chicas a la vez, siempre con la posibilidad de sumar algunas más a la lista.
Para él, cometer una infidelidad, sería tener una única mujer alguna vez en la vida.
Rod, ex compañero de docencia de la facultad, siempre se encuentra en alguna de éstas dos situaciones;
-o está solo, y solo, es solo solo solo, solterisimamente solo.
-o está muy acompañado, es decir, 3 o 4 chicas a la vez, siempre con la posibilidad de sumar algunas más a la lista.
Para él, cometer una infidelidad, sería tener una única mujer alguna vez en la vida.
Salsa de frambuesa
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Los quiero a todos juntos en una bandeja, bañados en salsa de frambuesa, ¿podrá ser?
James Spader
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Adrian Brody
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Sean Penn
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Benicio del Toro
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Patrick Dempsey
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Robert Downey Jr
Los quiero a todos juntos en una bandeja, bañados en salsa de frambuesa, ¿podrá ser?
James Spader
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Adrian Brody
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Sean Penn
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Benicio del Toro
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Patrick Dempsey
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Robert Downey Jr
La secretaria
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